Los principales nutrientes del pomelo pasan por su bajo aporte calórico y su riqueza en fibra que favorece el tránsito intestinal y ayuda a combatir el estreñimiento.
En España, la naranja y el limón son los cítricos más reconocidos. Sin embargo hay un tercero que no debemos olvidar: el pomelo.
Su alto contenido en vitamina C, flavonoides, carotenoides antioxidantes, minerales como el potasio y el magnesio, o ácidos como el fólico, málico, oxálico, tartárico y cítrico le confieren unas propiedades únicas para la salud.
Pomelo, fuente de vitamina C, potasio y magnesio
Por ejemplo, bastaría con un solo pomelo para superar los 60 miligramos de vitamina C, muy, muy cerca del mínimo diario recomendado, que está entre los 65 y los 90 mg al día, dependiendo de la edad y del sexo de la persona.
La presencia de minerales también convierten al pomelo en un actor interesante para nuestro organismo. Básicamente destacan el potasio y el magnesio. El primero es necesario para la generación y transmisión del impulso nervioso y también para la activación de los músculos.
Por su parte, el magnesio es indispensable en numerosos procesos metabólicos y necesario para el sistema inmunitario.
Como ya te podrás imaginar, su componente más abundante es el agua, un 90%, lo que justifica su bajo aporte calórico.
Podemos decir que es un buen diurético y, por lo tanto, un perfecto aliado para las dietas de adelgazamiento y también para las personas con problemas de retención de líquidos.
A su bajo aporte calórico, se le suma su riqueza en fibra, sobre todo en la parte blanca entre la pulpa y la corteza. Comer pomelo favorece el tránsito intestinal y ayuda a combatir el estreñimiento.
Sustancias no nutritivas del pomelo
A ello hay que añadir unas sustancias no nutritivas pero que aportan grandes beneficios. En primer lugar destacan los flavonoides, como la hesperidina, la naringina, la neohesperidina, la diosmina y la apigenina.
Diversos estudios científicos han demostrado que la ingesta habitual de flavonoides está asociada a una reducción de las enfermedades coronarias puesto que mejora la vasodilatación, reduce el colesterol LDL y evita la arterioesclerosis, entre otros.
Además, estas sustancias ayudan a evitar las mutaciones genéticas del ADN causadas por los rayos UV, inhibiendo tanto el crecimiento como la proliferación de las células cancerígenas.
También existen estudios que apuntan a una futura incorporación de los flavonoides en los tratamientos contra las enfermedades degenerativas cerebrales por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
Y no hay que olvidar sus propiedades anti-microbianas contra determinados grupos de virus y microorganismos como la Salmonella.
A ellos se suman los limonoides, que están siendo estudiados por sus efectos como antivirales, antifúngicos, antibacterianos y antimaláricos.
Si has tenido la oportunidad de probar distintas variedades de pomelo, te habrás dado cuenta que algunos de ellos tienen la pulpa rosada. Estos pertenecen a la variedad Citrus paradisi que destaca su alto contenido en carotenoides antioxidantes -3.362 mcg de betacarotenos y sus más de 1.360 mcg de licopenos- que nos pueden ayudar y mucho a mantener la salud de nuestra visión.
Además, el licopeno es uno de los antioxidantes naturales más potentes y es comúnmente conocido como Oro Rojo. Cuida las pieles más sensibles y combate el envejecimiento.
Por todo ello, el pomelo se ha convertido un aliado fundamental para la industria nutracéutica y cosmecéutica. El extracto de pomelo se aplica para diferentes usos de salud y de cosmética.
En Nutexa, nuestros extractos poseen el más alto contenido en bioflavonoides (contienen un 45% de flavonoides como la naringina) y pueden ser estandarizados para una amplia variedad de aplicaciones.
La gama comprende productos más solubles en agua, especialmente diseñados para su aplicación en el campo de las bebidas y otros más indicados para su aplicación en suplementos dietéticos, tales como cápsulas o tabletas.
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