El extracto de alcachofa es un recurso natural que se utiliza para tratar diferentes afecciones, como el colesterol alto, la hipertensión, la ictericia y los problemas hepáticos. Y es que la alcachofa es mucho más que un alimento sabroso y depurativo.
El extracto de alcachofa se obtiene de las hojas de la planta porque se ha encontrado que contienen la mayor concentración de sus componentes activos. Las hojas de alcachofa contienen una gran cantidad de compuestos que incluyen flavonoides y polifenoles, incluyendo cinarina y ácido clorogénico.
¿Qué beneficios ofrece el extracto de alcachofa?
- Efecto diurético. Una de las propiedades más conocidas de la alcachofa, y por tanto de su extracto, son las depurativas y diuréticas. Esta verdura es de gran ayuda para evitar la retención de líquidos y para la pérdida de peso. Además, favorece la digestión de las grasas y la eliminación de toxinas de nuestro organismo.
- Buena para el hígado. La cinarina y la luteolina, un flavonoide, confieren a la alcachofa un claro efecto hepatoprotector, mejorando la función hepática, así como restaurando tejido hepático dañado. Está indicada para enfermedades como la cirrosis y la hepatitis. Además, estimula y regula la producción de bilis, con lo que también está indicada para enfermedades de la vesícula biliar, como el tratamiento y la prevención de cálculos biliares.
- Control del colesterol. El extracto de la alcachofa ayuda a reducir los niveles del colesterol LDL (el llamado colesterol malo) en sangre. Y ayuda a reducir los niveles de trigliceridos.
- Control de la hipertensión. Su efecto diurético sirve de apoyo para mantener a raya los niveles de tensión arterial en personas hipertensas. Además, previene la aparición de accidentes coronarios y de enfermedad vascular, al reducir la posibilidad de sufrir arteriosclerosis.
- Protege el riñón. Ejerce una acción reguladora sobre el riñón ya que favorece la eliminación de agua y sustancias de deshecho, evitando la formación de cálculos. Además, favorece la reducción de urea y ácido úrico en sangre.
- Favorece el tránsito intestinal. Gracias a su alto contenido en fibra, el extracto de alcachofa ayuda al tránsito intestinal y previene el estreñimiento.
- Beneficiosa para los diabéticos. La alcachofa favorece la estabilización de los niveles de azúcar en la sangre, debido a que la mayoría de sus carbohidratos están en forma de inulina, un polisacárido que cumple una función trascendental para las personas diabéticas.
- Problemas digestivos. La Comisión E Alemana recomienda el extracto de hoja alcachofa como solución a los problemas dispépticos no ulcerosos. Estos trastornos aparecen cuando no se digieren bien los alimentos y provocan digestiones lentas y pesadas, acompañadas muchas veces de aerofagia y meteorismo, gases y ardores. Y lo recomiendan tanto para los que sufren a menudo este tipo de trastornos como para aquellos casos puntuales en que se prevén comidas copiosas o más cargadas de grasas de lo que uno está
¿Cómo se obtiene el extracto de alcachofa?
Existen dos métodos.
- Por un lado a partir del prensado de las hojas de esta planta, recolectadas un año después de su cultivo y antes de su floración. Al prensarse, estas plantas producen un zumo que se concentra y purifica y se destina a la preparación de extractos.
- El otro modo de obtener el extracto de alcachofa es a partir de la desecación rápida de las hojas después de trocearlas en porciones pequeñas. La desecación debe realizarse en ambientes muy ventilados y a baja temperatura para que se conserven todos sus principios activos.
La alcachofa ha sido una planta apreciada por los antiguos egipcios, griegos y romanos, que ya la utilizaban no solo alimento sino también como medicina. Y es que el extracto de alcachofa se ha demostrado como un remedio seguro y bastante eficaz que sirve de complemento a otros medicamentos para muchas dolencias.
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