El extracto de hoja de olivo es un producto completamente natural y libre de alérgenos, donde se encuentran de forma abundante diversos tipos de polifenoles.
El Antiguo Egipto lo consideraba un símbolo del poder divino. Los griegos pensaban que era un árbol mágico que simbolizaba la inmortalidad, la vida, la victoria, la fertilidad y la paz cuyo origen se encontraba en los Dioses. La Biblia contiene muchas referencias a los usos culinarios y religiosos de sus frutos. Y es que el olivo es uno de los mayores tesoros del Mediterráneo.
Del olivo se aprovecha todo, desde su madera hasta los frutos por sus innumerables propiedades. Son muy conocidos para la salud de las personas los beneficios de su fruto, las olivas y el aceite que se obtiene de ellas. Protección cardiovascular, reducción del colesterol malo (LDL), prevención del envejecimiento de la piel…
Las aplicaciones y usos del extracto de la hoja de oliva son también muy amplias, pero sobretodo queremos destacar su amplio poder antioxidante y reductor de la tensión arterial (hipotensor).
¿Qué es el extracto de hoja de olivo?
El extracto de hoja de olivo es un producto completamente natural y libre de alérgenos, donde se encuentran de forma abundante diversos tipos de polifenoles.
El componente activo más importante de las hojas de olivo es el polifenol llamado oleuropeína. Muchos estudios clínicos, in vitro e in vivo, muestran su actividad antioxidante, cardioprotectora y antiinflamatoria.
Y si bien muchos productos naturales han demostrado ser efectivos contra la hipertensión, los estudios prueban el alto rendimiento de algunas moléculas presentes en la hoja de olivo. En concreto, el ácido oleanólico y especialmente la Oleuropeína.
Los extractos de hoja de olivo estandarizados con una concentración elevada de Oleuropeína han mostrado ser efectivos en cuadros de hipertensión arterial leve o moderada. La reducción empieza a notarse a partir de las ocho semanas, según los ensayos clínicos, y en generalmente va acompañada de una bajada del nivel de triglicéridos.
Para qué sirve el extracto de hoja de olivo en el campo nutracéutico
Como hemos señalado, la Oleuropeína es el polifenol más activo en las hojas del olivo. Como antioxidante, el extracto de hoja del olivo previene el envejecimiento tanto de la piel como de las células. Además, mejora la circulación sanguínea y reduce la tensión arterial.
Así pues, ayuda a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares inhibiendo la oxidación de los lípidos en la sangre. Además, relaja los vasos sanguíneos, baja la presión arterial y podría prevenir la formación de coágulos de sangre.
La hoja de olivo también ayuda a mejorar el flujo sanguíneo en las arterias coronarias y a regular los niveles de azúcar en la sangre. Y también permite tratar los trastornos asociados a la hipertensión arterial, como cefaleas, vértigos, zumbidos de oídos, etc.
A ello se suma que diversos estudios han demostrado que tiene actividad hipoglucémica y puede usarse, por tanto, como un complemento en el tratamiento de la diabetes tipo II.
Según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Auckland, en Nueva Zelanda, el extracto de hoja de olivo ayuda a reducir en un 15% la sensibilidad a la insulina, y de aumentar su producción, por parte del páncreas, en un 28%.
Y según algunos autores, el extracto de hojas de olivo también posee propiedades antivirales, ya que ha demostrado in vitro actividad en diversos virus y bacterias, así como en la eficacia en el tratamiento del herpes zoster.
Funciona tanto de agente antiviral como antiretroviral al ralentizar el ciclo reproductivo del virus en humanos. Esto hace que el sistema inmunológico sea capaz de afrontar el ataque. Y lo convierte en un tratamiento eficaz para pacientes con fibromialgia o con síndrome de fatiga crónico.
El extracto de hojas del olivo es un complemento magnífico para mantener la elasticidad natural de la piel y que esta luzca suave.
Además, previene el daño producido por el estrés oxidativo causado por los radicales libres en las células, el cual desencadena numerosos problemas de salud, entre ellos, diversos tipos de cáncer o enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer.
Así por ejemplo, un estudio realizado por la Universidad de Córdoba ha conseguido probar los efectos anticancerígenos del extracto de hoja de olivo y sus posibilidades en el tratamiento de la leucemia. Por su efecto antiinflamatorio y antioxidante, el extracto de hojas de olivo protege las neuronas frente a su deterioro.
Por todo ello, no es de extrañar que el aceite y, sobre todo, las hojas del olivo, se empleen en fitoterapia, por sus propiedades medicinales.
No obstante, es conveniente su uso en forma de extracto estandarizado y no en hojas secas, puesto que de esta manera tenemos la certeza de estar tomando el contenido necesario en compuestos bioactivos, siendo seguro su uso tanto en cosmética como en nutracéutica.
Nuestra hoja de olivo: Nutexa produce extractos de hojas de olivo de alta calidad, con concentraciones en oleuropeína hasta el 35%, adecuados para ser utilizados en la industria nutracéutica y cosmética por su capacidad antioxidante, antimicrobiana y por sus muchos efectos positivos sobre el sistema cardiovascular.