Sus propiedades lo convierten en un producto indispensable en la cocina y en un cosmético natural para tener en cuenta. En este artículo explicamos sus beneficios y aplicaciones.
Si hay una planta versátil, sería el lino. De ella se extrae la fibra para confeccionar ropa y fabricar cuerdas, semillas para la comida y aceite para los platos y la propia piel. Es tan rentable que hasta su nombre científico hace referencia a ello: Linum usitatissimum, es decir, lino muy utilizado.
Su cultivo data de hace cinco mil años y su consumo en la cocina no es en balde. La planta contiene grandes propiedades nutricionales debido a la presencia de dos componentes clave: fibra y ácido alfa linolénico (ALA).
Ambos proporcionan una elevada capacidad antioxidante, desinflamatoria y reguladora del tránsito intestinal, siendo por tanto un producto beneficioso en afecciones cardíacas, procesos tumorales, enfermedades neurológicas y el estreñimiento.
Para explicar los beneficios del aceite de linaza, descubramos primero las características de sus ingredientes principales.
¿Qué es el ácido alfa linolénico?
El ácido alfa linolénico es un ácido graso esencial perteneciente a la familia omega-3.
Los ácidos omega-3 (ω-3) son grasas poliinsaturadas que participan en numerosas funciones del sistema cardíaco, inmunitario, endocrino y celular.
Son importante también porque ayudan a corregir la descompensación entre los ácidos omega-3 y los omega-6, ya que estos últimos contribuyen a la inflamación del organismo, mientras que los primeros participan en la síntesis de prostaglandinas, las cuales combaten las inflamaciones.
En cuanto al ácido alfa linolénico, ha de ingerirse a través de la comida y los suplementos dietéticos ya que el cuerpo humano no los genera por sí solo.
Las semillas de lino son una de las fuentes más abundantes de omega-3 ya que contiene ALA en alrededor de un 57%.
La importancia de la fibra
Antes de continuar, diferenciemos entre fibra soluble y no soluble. La primera retiene mucha agua y fermenta en el intestino, lo contrario que la segunda. Ambas, pero, son necesarias y complementarias entre sí de cara a facilitar el tránsito intestinal.
La fibra soluble ralentiza, además, la absorción de las grasas y los azúcares de los alimentos, siendo por tanto un elemento significativo en el control de la diabetes y el peso.
El lino contiene una elevada cantidad de fibra soluble: 27 gramos por cada 100 gr. de semillas.
Cabe destacar también la presencia de lignanos (los cuales no deben ser confundidos con la lignina). Se trata de sustancias polifenólicas similares a la fibra – y por ende beneficiosas para el intestino – pero con el añadido de ejercer funciones antioxidantes.
Beneficios del aceite de lino
La ingesta regular de aceite y semillas de lino junto con hábitos saludables de vida contribuye a frenar:
Enfermedades cardíacas: por la acción desinflamatoria de los ácidos omega-3 y la actividad antioxidante de los lignanos pues los polifenoles evitan la acumulación de lipoproteínas de baja densidad y triglicéridos en las arterias.
Diabetes y resistencia a la insulina: por la gran cantidad de fibra soluble.
Enfermedades autoinmunes: por su capacidad antiinflamatoria.
Cáncer. Por tres motivos:
1. La acción de los lignanos en las hormonas, especialmente en cánceres de mama y próstata.
2. La acción antioxidante de los lignanos ante la presencia de radicales libres, responsables en parte de los tumores cancerígenos. Leer más sobre los efectos de los antioxidantes.
3. El aumento de la actividad de las enzimas desintoxicantes que eliminan agentes cancerígenos o precancerígenos.
Enfermedades neurológicas: por la acción antioxidante de los polifenoles y porque los ácidos omega-3 forman parte de las membranas neuronales, siendo éstas el lugar donde se producen las reacciones bioquímicas necesarias para el buen funcionamiento del cerebro.
Propiedades cosméticas
El aceite de linaza contribuye al fortalecimiento de las uñas y el cabello ya que el lino también es rico en vitamina E y B.
Cabe destacar también la presencia de minerales como el fósforo, calcio, potasio y magnesio.
El aceite de linaza puede ser tomado oralmente – directamente o a través de suplementos nutracéuticos – o aplicado sobre la piel. La absorción es menor en el segundo caso si bien el ungüento se usa como remedio para curar las quemaduras.
Ventajas del aceite de linaza en fórmulas cosméticas
Hoy en día el concepto de belleza traspasa el aspecto físico. El cuidado personal se concibe como un ejercicio integral en el que cuenta tanto lo que se ingiere como lo que se aplica en la piel y los escenarios a los que se somete el organismo. Se trata de una concepción holística en la que los ingredientes naturales son clave.
Los consumidores exigen cada vez más productos cosméticos que cuiden y alimenten la piel, además de contemplar factores como la autenticidad, la ética y la sostenibilidad. Las marcas, por su parte, tienden a apostar por la experiencia y la sensorialidad. La cosmética natural se cruza entre ambos y, en este sentido, el aceite de linaza satisface las demandas de ambas partes.
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