Sus propiedades organolépticas y su capacidad para mantener los alimentos lo convierten en un ingrediente idóneo en productos y etiquetas que huyen de aditivos sintéticos.
Si hay un arbusto que simbolice al Mediterráneo, éste bien podría ser el romero. Su crecimiento espontaneo entre las malezas es tan común, que forma parte de la memoria visual de los habitantes locales. Plantado junto al tomillo, el espliego o las estepas, el romero se identifica fácilmente. Quizás sea por el encanto de sus pequeñas flores violáceas durante la primavera, o por su característico aroma, tal y como observó en su día el botánico sueco Carl von Linné: “En tan abundante en España, que los navegantes ya perciben su olor antes de ver tierra”.
Pero es su uso popular el que lo ha convertido desde la antigüedad en una planta venerada a lo largo y ancho del Mediterráneo. Es, sin duda, uno de los condimentos más apreciados. Su fragancia, fuerte e intensa, ha sido aprovechada por todas las cocinas de la cuenca para aromatizar, con tan solo unos hojas, carnes, embutidos o guisos. Por otra parte su perfume ambienta armarios, habitaciones o vehículos.
También los animales saben apreciarlo. Las abejas, en concreto, convierten el néctar de las flores de romero en una miel muy apreciada. De hecho, la planta alcanza el misticismo como demuestran las coronas conmemorativas que incluyen ramas o las leyendas populares que lo asocian a personajes religiosos.
Por supuesto, esta planta tampoco ha pasado desapercibida para los boticarios tradicionales y los farmacéuticos contemporáneos. Su uso para tratar dolencias aparece ya en herbolarios de la civilización egipcia. El alcohol de romero, las compresas o las infusiones han sido algunas de las aplicaciones más populares.
La investigación moderna, sin embargo, ha permitido estudiar más profundamente su contenido y con ello aprovechar de manera más eficiente las múltiples propiedades de la planta. Los extractos de romero, en concreto, han demostrado ser uno de los antioxidantes más efectivos debido a sus altas concentraciones de polifenoles, en concreto, ácido carnósico y ácido rosmarínico.
Los polifenoles son compuestos con una elevada capacidad para impedir la formación de radicales libres, quienes a través de procesos oxidativos, atacan diferentes sistema biológicos – ADN, grasas, proteínas, etc. Podemos afirmar, por tanto, que la habilidad antioxidante de los polifenoles los convierte en agentes muy eficaces para proteger el sistema en el que se introducen.
La funcionalidad de los polifenoles permite en consecuencia que sean ingredientes óptimos para prevenir enfermedades y alargar la vida útil de los alimentos. En el ámbito de la salud, existe una gran cantidad de estudios publicados en relación a los potentes efectos anticancerosos que ejercen los extractos de romero y sus polifenoles principales.
También existen evidencias que confirman su potencial anti-inflamatorio, en particular, del ácido rosmarínico. Además, el extracto de romero ha demostrado tener una acción gastroprotectora contra la úlcera gástrica – incluso mejor que la de algunas fórmulas farmacéuticas, debido a que actúa inhibiendo los mediadores proinflamatorios TNF-α e IL-1.
No obstante, el uso más extendido de los extractos de romero es como antioxidante natural e inhibidor microbiano en los alimentos. Diversos estudios han demostrado que el poder antioxidante del extracto de romero es más efectivo que otros antioxidantes convencionales utilizados en la indutria. Por otra parte, en el caso del ácido rosmarínico también se ha demostrado una actividad bactericida de amplio espectro, de modo que también puede aplicarse como agente antimicrobiano en la industria de alimentos y piensos.
Sobre sus propiedades antioxidantes, los estudios muestran su efectividad tanto en sistemas acuosos como grasos, si bien y según las evaluaciones realizadas, el ácido rosmarínico es el que tiene una mayor actividad en un medio acusoso, mientras que el ácido carnósico es más eficaz en un medio graso.
La oxidación de las grasas es, tras la degradación microbiana, la segunda causa más importante de deterioro de los alimentos. Las consecuencias de un producto oxidado se traducen en alteraciones en el aroma, el sabor y el color, la pérdida de determinados nutrientes y la formación de sustancias potencialmente nocivas.
Por tanto, la aplicación de los extractos de romero en determinados alimentos es una solución óptima para extender la vida útil de los productos. De hecho, en el año 2012, el extracto de romero estandarizado como total de ácido carnósico y carnosol fue aprobado por la Unión Europea como un antioxidante alimentario seguro y natural.
Y he aquí un término clave: natural. Su aplicación como conservante y antioxidante permite que pueda pueda aparecer en la lista de ingredientes de las llamadas Clean Label (etiquetas limpias en inglés), las cuales no incluyen aditivos sintéticos ni códigos númericos. Leer más sobre el etiquetado de los extractos de romero y los extractos vegetales en general.
Más información sobre los extractos de romero desarrollados por Nutexa.
REFERENCIAS:
- Jessy Moore, Michael Yousef, Evangelia Tsiani. Anticancer Effects of Rosemary (Rosmarinus officinalis L.) Extract and Rosemary Extract Polyphenols. Nutrients 2016, 8, 731; doi:10.3390/nu8110731
- Mona Ghasemian, Sina Owlia, Mohammad Bagher Owlia. Review of Anti-Inflammatory Herbal Medicines. Advances in Pharmacological Sciences Volume 2016, Article ID 9130979, 11 pages
- G.P.Amaral,N.R.deCarvalho,R.P.Barcelosetal.,“Protective action of ethanolic extract of Rosmarinus o cinalis L. in gastric ulcer prevention induced by ethanol in rats,” Food and Chemical Toxicology, vol. 55, pp. 48–55, 2013.